
La lucha contra los incendios Forestales continua, los eventos catastróficos que alcanzan casi el medio millón de hectáreas quemadas, trajo a la memoria lo ocurrido en el año 2017. Nuevamente la región centro-sur de Chile sufre de mega incendios forestales, generando no solo graves impactos sociales y económicos, sino que además de los impactos ambientales, que afectan la salud de las personas (física y psicológica) y los diversos y frágiles ecosistemas de nuestro país.
La prolongada y extensa sequía de la última década continúa, el 2022 presentó una leve mejora, pero eso no fue determinante para el comportamiento de un verano con nuevas olas de calor, bajos niveles de humedad y condiciones de ventilación propiciaron la incidencia de condiciones climáticas proclives a incendios extremos y destructivos.
Considerando el registro histórico de número de incendios y hectáreas quemadas hasta el año 2015 que presentaba un promedio estimado de 54.000 ha/año, que ya representa altas cifras, los catastróficos incendios de la temporada 2016-2017 rompieron todos los registros previos, con más de medio millón de hectáreas quemadas, superando en diez veces el promedio histórico desde mediados desde 1970[1]. Hoy, en el año 2023, nuevamente nos acercamos al casi medio millón de hectáreas quemadas, lo que se presenta como una referencia para reflexionar en los desafíos a afrontar y sus consideraciones en relación a los impactos asociados.
Respecto a las emisiones de CO2 asociadas, los megaincendios de 2017 emitieron alrededor de 100 millones de toneladas de CO2 equivalente[2], por lo que podríamos esperar una cifra estimada similar para este 2023, lo que representaría a todas las emisiones de un año del país, en solo el mes de febrero, lo que hace aumentar los esfuerzos en la disminución de emisiones de CO2.
En relación a los impactos económicos, la información disponible sobre estos impactos está representada principalmente por los gastos incurridos por el Estado en el control de emergencias. Por ejemplo, durante la temporada de incendios 2017 se vieron afectadas alrededor de 570.000 hectáreas distribuidas en 12 regiones del país. Según información de CONAF, los costos incurridos por el Estado durante esa temporada ascendieron a USD 362,2 millones, lo que equivale a USD 635,3 por hectárea. Considerando la experiencia internacional, se concluye que la estimación de costos por hectárea realizada en Chile estaría significativamente subestimada al no incluir el impacto sobre flora, fauna, suelo, salud de las personas y otros servicios ecosistémicos relevantes. Estudios en Estados Unidos, incluyen no sólo los costos contables (costos de madera perdida, combate del incendio y pérdida de propiedades), sino también las pérdidas asociadas al turismo (método de análisis económico), costos en salud en vidas humanas y pérdidas de biodiversidad, llegando a una estimación del costo por hectárea entre 4.500 y 16.000 dólares. Considerando un ajuste por el PIB per cápita de Chile, que es alrededor de un tercio del de Estados Unidos, el costo asciende a un rango entre 1.500 y 4.800 dólares por hectárea [3].
En un escenario de una nueva Ley Marco de Cambio Climático, con una ambiciosa meta de carbono neutralidad al año 2050, una economía desacelerada por una pandemia mundial, los mega incendios se presentan como complejos escenarios de emergencia, que obligan a enfocar los recursos para su control y extinción, además de la necesaria reconstrucción, reparación y restauración. Adicionalmente a la redistribución de los recursos, se disminuye la absorción de CO2 y al mismo tiempo se emiten grandes cantidades de CO2 a escala global y también material particulado que afecta directamente a escala local. Estudios y levantamiento de información serán relevantes para una evaluación detallada de los impactos e implicancias de este tipo de eventos catastróficos.
Sin lugar a dudas, los mega incendios representan una amenaza real a ser consideradas en los planes y estrategias asociadas a la implementación de la Ley Marco de Cambio Climático y cada uno de sus instrumentos. El 2017 nos enseñó que por muchos esfuerzos realizados, recursos involucrados, planes y estrategias implementadas, la prevención y lucha contra los mega incendios representa y requiere un trabajo y esfuerzo permanente en el tiempo, en especial con los escenarios que trae consigo el cambio climático a mediano y largo plazo.
[1] Incendios en Chile: causas, impactos y resiliencia. Patrones espaciales y temporales de los incendios, Mauro E. González Antonio Lara Susana Gómez-González Ignacio Díaz-Hormazábal, 2020.
[2] Incendios en Chile: causas, impactos y resiliencia, Emisiones de CO2 asociadas a los megaincendios forestales en Chile durante 2017, Jorge Hoyos Santillán, Armando Sepúlveda Jáuregui, Mauricio Galleguillos, Laura Farías, Mauricio Osses, Andrés Ceballos, Antonio Lara, 2020.
[3] Incendios en Chile: causas, impactos y resiliencia, Impactos económicos de los incendios forestales en Chile, Felipe Vásquez Lavín, Roberto Ponce Oliva, Rodrigo Arriagada Cisternas, Ernesto Guerra, 2020.




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