Un sacerdote y varios feligreses resultaron heridos este lunes 15 de abril durante un servicio religioso en una iglesia, luego de que un hombre los atacara con un puñal, según informó la Policía local.
El suceso tuvo lugar en la Iglesia asiria del Buen Pastor del distrito Wakeley, mientras la ceremonia era transmitida en vivo a través de las redes sociales.
Según información de France 24, en las imágenes se observa a un hombre que se acerca al altar y apuñala primero al sacerdote en repetidas ocasiones, mientras los feligreses intentan ayudar.
Las autoridades reportaron que arrestaron a un hombre que está cooperando con la investigación.
Este ataque sucede después de que el pasado sábado seis personas perdieran la vida y varias resultaran heridas cuando un hombre atacó con un puñal a varios visitantes en un centro comercial.
La Policía descartó que este hecho fuera un acto terrorista y aún está investigando los motivos del ataque de este lunes.
Tras el segundo ataque en tan solo tres días, la multitud se manifestó: se produjeron disturbios cerca de la iglesia, como se puede ver en imágenes publicadas en redes sociales, donde la gente exigía que las autoridades capturaran al autor del ataque.
La Policía utilizó gas pimienta y empujó a la multitud hacia las calles cercanas. Más de 100 agentes tuvieron que intervenir para controlar los disturbios y dos de ellos fueron llevados al hospital con heridas.
Sobre el sacerdote herido
Mar Mari Emmanuel, el sacerdote herido en el ataque con arma blanca, fue ordenado en 2009 y nombrado obispo en 2011, según el sitio web de la Iglesia.
El obispo es conocido en las redes sociales, con videos de sus sermones que tienen millones de visitas en plataformas como TikTok, aunque algunos medios lo describen como «ultraconservador». Según reportes, expresó opiniones en contra de las vacunas durante la pandemia de Covid-19 y de los derechos de la comunidad LGBTIQ+.
Estas posturas provocaron controversia en torno a su figura. El ataque también fue condenado por líderes de las comunidades judía y musulmana de la ciudad, quienes lo calificaron de «horrible» y «sin lugar en Australia, especialmente en lugares de culto y contra líderes religiosos».
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