Este jueves, trabajadores públicos de todo el país, organizados en la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), comenzaron un paro nacional de 24 horas. La movilización busca visibilizar demandas urgentes relacionadas con la estabilidad laboral, condiciones de trabajo y un reajuste salarial acorde con la inflación.
Desde la ANEF, destacaron que la paralización tiene tres ejes principales. El primero es la implementación de la jornada laboral de 40 horas y mejoras en el teletrabajo, seguridad funcionaria y programas de incentivos al retiro. El segundo, un reajuste salarial que recupere el poder adquisitivo perdido, afectado por la inflación y el alza del costo de vida. El tercero cuestiona un dictamen reciente de la Contraloría General que, según los trabajadores, precariza la estabilidad de más de 100 mil empleados estatales.
María Elena Hellman, presidenta de ANEF Ñuble, señaló que “este es un paro potente porque los funcionarios estamos cansados de un gobierno que incumple sus promesas. Nos tienen en jaque con la contralora Dorothy Pérez, quien ha dejado fuera la confianza legítima, poniendo en riesgo la estabilidad laboral”. Además, enfatizó la necesidad de un reajuste salarial “real y no nominativo”.
El sector salud también se sumó al llamado. Cecilia Mellafe, de la Fenprus, advirtió sobre la crisis en la atención pública debido al desvío de recursos al sector privado. “Atendemos al 80% de los usuarios y necesitamos un presupuesto digno para ofrecer atención de calidad. Exigimos un reajuste que refleje el valor de nuestra labor”, sostuvo
A lo largo del día, se espera que las movilizaciones crezcan en todo el país, exigiendo respeto por los derechos laborales y un compromiso real del gobierno.





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