Un voraz incendio forestal ha arrasado con más de 650 hectáreas de la Jungla Peumayen, una reserva ubicada en el Corredor Biológico Nevados de Chillán – Laguna del Laja, poniendo en grave peligro su valioso ecosistema y la fauna nativa, incluyendo especies protegidas como el huemul, el puma y el pudú.
El siniestro, que comenzó el pasado 14 de febrero en un predio cercano, se extendió rápidamente hacia la reserva debido a las condiciones climáticas adversas, con altas temperaturas y terrenos de difícil acceso. Actualmente, brigadas de CONAF trabajan intensamente para contener el fuego, pero hasta ahora no han logrado controlar su avance. “El incendio está descontrolado y afectando ecosistemas clave dentro de la zona de amortiguamiento de la reserva. Al parecer, los esfuerzos desplegados no han sido suficientes y el incendio se ha extendido más allá de lo previsto”, lamentaron desde Jungla Peumayen.
La gravedad de la situación ha llevado a diversas autoridades y organizaciones a solicitar la declaración de Alerta Roja para poder desplegar mayores recursos en el combate del fuego. “Hacemos un llamado urgente a las autoridades competentes a decretar alerta roja para movilizar todos los recursos necesarios y evitar una catástrofe ambiental irreversible”, expresaron desde la administración de la reserva.
El gobernador de Ñuble, Óscar Crisóstomo, se sumó a la petición, enfatizando la importancia de la reserva y la necesidad de reforzar el equipamiento y personal disponible. “Este incendio está afectando una reserva de carácter mundial, donde hay una biodiversidad muy relevante que debe ser resguardada. Además, el fuego avanza hacia sectores poblacionales, lo que agrava aún más la emergencia”, señaló la autoridad regional.
Desde la Fundación Mallines, su director, Matías Pimentel, expresó su profunda preocupación por la fauna afectada, destacando la importancia del área como hábitat de especies en peligro de extinción. “Trabajamos hace varios años en el monitoreo del huemul. Es muy frustrante ver cómo el fuego ha destruido el sotobosque y la cobertura vegetal, impactando gravemente a este ecosistema único”, indicó.
Mientras las autoridades evalúan nuevas estrategias para contener el incendio, la comunidad y organizaciones ambientales insisten en la urgencia de una respuesta más contundente para evitar una pérdida irreparable en la biodiversidad de la zona.





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