Este sábado 7 de septiembre, cuando el reloj marque las 00:00, deberás adelantarlo una hora. Conoce todos los detalles del cambio.

Este sábado por la noche, justo cuando el reloj marque las 00:00 horas del domingo 8 de septiembre, la mayoría de las personas en Chile deberá adelantar su reloj en 1 hora, quedando a las 01:00 horas. Es decir, ¡perderemos una hora de sueño, pero ganaremos más luz en las tardes!

Este ajuste forma parte del horario de verano, que estará vigente hasta el primer sábado de abril de 2026, cuando nuevamente se retorne al horario de invierno.

¿A quiénes afecta el cambio?

El cambio se aplicará en todo el territorio nacional, con la excepción de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, donde se mantiene el mismo huso horario durante todo el año, sin modificaciones.

¿Por qué se realiza este cambio?

El objetivo del horario de verano es aprovechar mejor la luz solar, especialmente en las tardes. Con más horas de luz natural al final del día, se busca incentivar actividades al aire libre, reducir el consumo eléctrico y mejorar la calidad de vida.

Recomendaciones para adaptarse al cambio

  • Ajusta tus relojes manuales antes de dormir el sábado por la noche. Los dispositivos electrónicos suelen cambiar la hora de forma automática, pero siempre es bueno confirmar.
  • Adelanta tu rutina unos minutos desde el viernes, para que el domingo no se sienta tan brusco.
  • Evita trasnocharte ese sábado y cuida tus horas de sueño, especialmente si tienes actividades importantes el domingo.

¿Qué efectos tiene el cambio de hora en nuestra salud?

Aunque adelantar el reloj una hora puede parecer un pequeño ajuste, este tipo de cambios pueden afectar nuestro reloj biológico, especialmente en grupos más sensibles como niños, niñas y personas mayores. Estos grupos suelen tener rutinas más estrictas de sueño y alimentación, por lo que el desajuste puede provocar somnolencia, irritabilidad, falta de concentración o alteraciones del apetito en los primeros días.

Los expertos en salud recomiendan dormir entre 7 y 9 horas diarias para adultos, y entre 9 y 11 horas para niños en edad escolar, ya que el descanso adecuado está directamente relacionado con una buena salud física, mental y emocional. Dormir bien fortalece el sistema inmunológico, mejora la memoria, regula el estado de ánimo y previene enfermedades.

Por eso, es importante prepararse con anticipación, ajustar gradualmente los horarios de sueño y cuidar nuestras rutinas para que este pequeño cambio no tenga un gran impacto en nuestro bienestar.


¿Y tú? ¿Prefieres los días largos del verano o las noches acogedoras del invierno?

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