El Ministerio Público acusa a tres exjefes comunales y un empresario de liderar un esquema de corrupción donde se habrían adjudicado contratos municipales a cambio de pagos ilícitos escondidos en cuentas corrientes.

Tres exalcaldes de la Región de Ñuble serán llevados a juicio oral por su presunta participación en un esquema de corrupción que incluye cohecho, fraude al fisco y uso irregular de cuentas corrientes para encubrir millonarios sobornos. La investigación liderada por la Fiscalía local comenzó a fines de 2022 y ha destapado un nuevo capítulo de malas prácticas en la administración pública municipal.

Los exalcaldes implicados son César Figueroa (San Ignacio), Manuel Pino (Ñiquén) y Guillermo Yeber (Bulnes), junto al empresario Rodrigo Carmona, quien habría orquestado el sistema de sobornos para obtener licitaciones y convenios municipales favorables.

La operación, que salió a la luz gracias a interceptaciones telefónicas en el marco del conocido “caso LED”, reveló que estos exjefes comunales habrían recibido pagos a través de cuentas corrientes personales y de terceros. Según la Fiscalía, se trató de un mecanismo sofisticado para ocultar el origen ilícito de los fondos entregados a cambio de favores en la gestión municipal.

Los imputados enfrentan penas que van desde los 12 años de cárcel para los exalcaldes hasta 22 años para el empresario. El juicio oral fue programado para el 27 de octubre de 2025, y marca un precedente en materia de persecución penal por corrupción en regiones.

Además del fraude y el cohecho, las acusaciones incluyen estafas reiteradas y posible malversación de fondos. Se ha descartado, por ahora, un procedimiento abreviado, lo que indica que la Fiscalía busca llegar a fondo con un juicio oral completo.


Un llamado a la reflexión

Este caso pone en evidencia lo fácil que puede ser engañar a una comunidad cuando se confunde cercanía con honestidad. Las promesas de campaña, las frases amables o los discursos emocionantes no siempre reflejan un compromiso real con el bien común. A veces, quienes piden nuestro voto no lo hacen para servir, sino para servirse del poder. Por eso, especialmente en tiempos donde el voto es obligatorio, es fundamental informarse, exigir transparencia y no regalar la confianza a quienes no están dispuestos a cumplir sus promesas, ni con la ley, ni mucho menos con sus deberes éticos.

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