La Región de Ñuble atraviesa días especialmente complejos. SENAPRED declaró Alerta Roja por calor extremo, debido a las altas temperaturas proyectadas, la baja humedad y el aumento sostenido del riesgo para la población y los ecosistemas. Este contexto no solo eleva la probabilidad de emergencias sanitarias, sino que también crea las condiciones ideales para la ocurrencia y rápida propagación de incendios forestales.
En este escenario, CONAF activó el Botón Rojo en 144 comunas del país, entre ellas varias de Ñuble. Esta herramienta preventiva se utiliza cuando los análisis técnicos y la proyección meteorológica a cinco días indican un riesgo extremo de incendios, considerando variables como temperatura, viento, humedad, tipo de vegetación y continuidad del combustible.
El Botón Rojo no significa que exista un incendio activo, sino que el territorio se encuentra en una condición de máxima vulnerabilidad. Su activación permite adelantar decisiones clave: refuerzo de brigadas, aumento de la vigilancia terrestre y aérea, coordinación temprana con municipios y servicios de emergencia, y un llamado explícito a la ciudadanía a extremar las medidas de autocuidado y prevención. En la práctica, es una señal de alerta temprana que busca evitar que un descuido se transforme en una emergencia mayor.
Este llamado cobra aún más sentido tras los primeros incendios registrados en la región, como el ocurrido recientemente en Chillán Viejo, abordado en una nota anterior. Si bien las lluvias del último fin de semana ayudaron a contener focos activos, también favorecieron el crecimiento de pastizales y vegetación fina que, bajo temperaturas extremas, se secan rápidamente y se convierten en combustible disponible para el fuego. La combinación de calor intenso, viento y material vegetal seco es uno de los factores más determinantes en los grandes incendios del verano.
Desde CONAF y los organismos de emergencia se insiste en recomendaciones clave: no realizar quemas, no usar herramientas que generen chispas, no arrojar colillas de cigarro, evitar fogatas, mantener despejadas las zonas cercanas a viviendas y denunciar de inmediato cualquier indicio de fuego. La prevención no es solo una tarea institucional, sino una responsabilidad compartida.

La Alerta Roja por calor extremo y la activación del Botón Rojo son advertencias claras. No buscan generar alarma, sino conciencia. La experiencia reciente demuestra que actuar a tiempo puede evitar pérdidas humanas, ambientales y económicas irreparables.
En materia de incendios forestales, el mensaje sigue siendo el mismo que en la nota anterior y, por supuesto sigue más vigente que nunca: siempre es mejor prevenir que reparar… y muchas veces, que lamentar.
Mas información en
https://www.conaf.cl/incendios/situacion-actual-y-pronostico-de-incendios/




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